“Bilbao-New York-Bilbao: de Euskal Herria al Mundo”

La internacionalización de la literatura vasca ha sido uno de los fenómenos más relevantes de los últimos años. Ha sucedido en dos direcciones: por un lado, han aumentado las traducciones de creadores internacionales, y por otro lado, los libros en euskera se han traducido a muchos idiomas.

Tenemos por tanto dos direcciones: de fuera hacia nosotros y nuestro hacia afuera. En 2016, en la IX edición de la Lectura de Clásicos Ininterrumpida, homenajeábamos a la traducción, leyendo la Metamorfosis de Franz Kafka. En concreto con esa obra también celebramos el 100 aniversario de su publicación para convertirla en nuestra protagonista.

En el año 2024, en cambio, queremos ensalzar el lugar que tienen los  y las escritores vascos en el panorama internacional. Para ello, no hemos podido elegir mejor libro y autor, Kirmen Uribe y su BNYB. De hecho, la novela está actualmente traducida a 13 idiomas: castellano, catalán, gallego, francés, inglés, portugués, ruso, japonés, serbio, búlgaro, estonio, albanés, esloveno y gerogiano. En la literatura vasca, no podemos dejar de mencionar la obra que más éxito internacional ha tenido hasta ahora, Obabakoak  de Bernarno Atxaga (1988). Mari Jose Olaziregi explica que en la década de los 80 el sistema literario vasco era muy débil, y que el libro de Bernardo Atxaga fortaleció el mercado literario. Por así decirlo, esa obra les abrió las puertas al mercado internacional a los y las escritores vascos.  Obabakoak fue el primer libro en euskera que ganaba el Premio Nacional de Narrativa y, gracias a ello, fue traducido a más de 25 idiomas: gallego, asturiano, catlán, castellano, francés, alemán, italiano, inglés, portugés, holandés, sueco, noruego, danés, finlandés, croata, rumano, polaco, esloveno, turco, griego, albanés, japonés, árabe, hebreo, koreano, ruso, búlgaro… En el año 2016 incluso se tradujo a amharico, un idioma que se habla en el norte de Etiopía. Dentro de nuestra iniciativa, en el año 2013 elegimos Obabakoak como obra a leer en la VI edición de, aprovechando el 25 aniversario de su publicación. Hay 20 años de diferencia entre Obabakoak y BNYB. La primera es de 1988, y la segunda de 2008. La primera ganó el Premio Nacional de Narrativa en 1989, la segunda en 2009. En ese espacio de tiempo la literatura vasca ha tenido un importante crecimiento: la obra de Bernardo Atxaga comenzó ese proceso de internacionalización de la literatura vasca, y BNYB es una de las mayores muestras de la expansión que tiene a día de hoy. Sin embargo, a parte de ser el reflejo de esa internacionalización, BNYB también es símbolo de vanguardismo. Nuestra literatura no es más la que recoge influencias externas para traernas a la nuestra. Los y las escritores vascos están en el circuito internacional, y forman parte de los procesos creativos más actuales. Muestra de ello tenemos BNYB, que es pionera en el género de la autoficción.

Los críticos Beñat Sarasola eta Jon Kortazar están en esa idea:

“Esan daiteke Uribek apustu literario garbia egin duela, molde narratibo berrietara egokitutako nobela idatziz”

Beñat Sarasola
“Uribek behar den moduan proposatu du kanonaren aldaketa: literatur praktikaren bidez, literaturan berritasuna proposatuz”
Jon Kortazar

Al final, como nos recuerda Ana Arregi, una de las bases de la autoficción es: “Kirmen Uribe ez d(el)a benetako pertsona, pertsonaia baizik”; Angel Erro e Iban Zaldua dicen más específicamente: “BNYB autofikziozko liburu bat da, egilearen izen bereko narratzailea duena, eta baita anglosaxoniarrek faction deitzen dutena ere (fact + fiction), hots, nagusiki benetako gertakariak (historikoak eta garaikideak) eta fikziozko batzuk nahasten dituen generokoa”.
Javier Rojo por otra parte, menciona: “Nobela hau metanarrazio bat da. Hau da, nobelan azken finean nobela bat idazterakoan narratzaile-idazleak jarraitu duen prozesua kontatzen zaigu” eta “egoera pixka bat gehiago bihurrituz, liburuan kontatzen den idazketa prozesu horren ondorioz narratzaileari sortzen zaion nobela eta irakurleak begien aurrean duena nobela berbera da”.
Después de BNYB podemos encontrar obras que sobre el “mi”: Mea culpa (Uxue Apaolaza, 2011), Kristalezko begi bat (Miren Agur Meabe, 2013), Nevadako egunak (Bernardo Atxaga, 2013) ó Eraikuntzarako materiala (Eider Rodriguez, 2021). A nivel internacional, el Premio Nobel de Literatura de 2022, también está dentro del género de la autoficción. La obra de la francesa Annie Ernaux en la mayoría de ocasiones está en el límite confuso entre la verdad y la ficción. En euskera podemos leer: Pasio hutsa (2002), Gertakizuna (2003), Lekua (2003), Emakume bat (2011) eta Begira zenbat argi, maitea (2015).

En resumen, podemos tomar a Kirmen Uribe y su BNYN como modelos de internacionalización y vanguardia de la literatura vasca. Como menciona Mikel Asurmendi: “Euskal Herria munduratzea” es la intención del autor. En palabras del propio Uribe: “Nire helburua ez da kanpokoa gurera ekartzea, kanpokoaren kopiak egitea. Nire helburua geure ikuspegia kanpoan erakustea da”.

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