“Obabakoak” Bernardo Atxaga

Hace cinco años el “Guero” de Axular, hace cuatro años el “Peru Abarca” de Mogel, hace tres el “Haur besoetakoa” de Jon Mirande, hace dos “Hamaika pauso” de Ramón Saizarbitoria, el año pasado “Zergatik panpox?” de Arantxa Urretabizkaia, y este año “Obabakoak” de Bernardo Atxaga. Los alumnos y profesores de BILBO ZAHARRA euskaltegia estamos muy contentos, y orgullosos, ya que el proyecto “Lectura ininterrumpida de clásicos”  está adquiriendo cada vez más fuerza, y porque poco a poco se está cumpliendo nuestro objetivo de manifestar los valores y la actualidad de los clásicos.

En las primeras cuatro ediciones, a la hora de elegir lo que se iba a leer, nos hemos servido del orden cronológico de las obras. Es decir, empezando por un libro del siglo XVII,siguiendo con otro de entre los siglos XVIII y XIX, y llegando casi al siglo XXI. Han sido tres saltos, dos de ellos de unos 160 años cada uno, y otro de unos 50, dentro de la historia de la literatura vasca. En las últimas dos ediciones, por el contrario, hemos elegido otro tipo de criterios. En el caso de Zergatik panpox, por ser precursor de la literatura femenina, y en el de Obabakoak para celebrar el 25 aniversario de su primera publicación.

Cierto es que la palabra “clásico” es un tanto escurridiza y que no es fácil concretar cuales son las épocas que alberga. Y que siendo así, no sería de extrañar que alguien no tomase como clásico una obra escrita en el año 1988, como es el caso de como es el caso de Obabakoak. Nosotros no vamos a entrar en ese debate. Este libro de Bernardo Atxaga está en lo más alto de la literatura vasca y se merece que le abramos las puertas de nuestro proyecto de par en par.

Obabakoak.  25 Aniversario

En junio de 2013, se cumplen 25 años desde que Obabakoak se publicase. Una fecha memorable sin duda, para todos los euskaltzales, y en especial, para nosotros los de Bilbao. El libro tiene una gran relación con la capital Vizcaína de algún u otro modo. El propio Atxagak ha reconocido en varias ocasiones, que Bilbao fue decisiva en su vida. Por todo esto,  Bilbo Zaharra Forum va a hacer un esfuerzo especial para celebrar el aniversario.

Así recuerda Atxaga cómo surgió el título de Obaba: “Vivía en Bilbao, en una hospedería, y la casera era de Zeanuri, y a parte era vendedora de chucherías en Deusto. Yo estaba de huésped en su casa, como he dicho, y en una de estas compré un magnetofón y, para probarlo, le dije a aquella señora que cantase algo. Yo esperaba que cantase alguna canción normal o conocida; pero la señora empezó a cantar una nana, Obabatxue, Obabatxue…”

Hasí recuerda Atxaga cómo y cuando acabó Obabakoak: “Acabé el libro lejos de Euskal Herria, en un sitio llamado St. Andrew en la costa este de Escocia. Desde una de las ventanas de la casa que tenía alquilada se veía el cementerio; desde otra, el mar del Norte… Era mayo, los relatos y lugares empezaron a tomar su sitio, y a quedarse en ese sitio tranquila y fijamente… A principios de junio, mientras fumaba un cigarro mirando las luces de la ciudad de Dundee, pusieron en la radio una de las piezas vascas de Guridi, basada en la marcha San Juan, y tomando ese instante como señal, decidí no alargar más el libro. Que quedase tal y como estaba… terminé. Llegué a la meta.”

Así recuerda el por qué de la foto de la portada de la primera edición de Obabakoak: “Un mes después aproximadamente, después de recorrer 2.000 kilómetros en coche regresé a Asteasu, mi pueblo, allí tenía a mis amigos esperando el libro. En su portada, tal y como pedí, aparecía un dibujo del teatro Arriaga, antes de ser restaurado: un guiño a ese lugar en el que nos reuníamos los miembros de la banda Pott. Lo que escribí me pareció una respuesta a muchas de las dudas y dificultades que planteamos. No solo eso, pero eso también… Obabakoak fue una respuesta; una respuesta a las preguntas del café Arriaga.”